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Qué pensamos

Jens Bücher, Ing.Com.
Fellow, American Institute of Stress

El ámbito de lo social y de lo cultural ha crecido progresivamente en importancia en el último tiempo. Hasta hace unos 500 000 años nuestros antecesores tenían frente a ellos el desafío de aprender a adaptarse y eventualmente a manipular el gran mundo de lo natural, y de aprender y manejar el mundo de la tecnología (incipiente): trabajo en piedra, madera, destrezas de recolección y de caza, manejo del fuego, otros. El crecimiento de la presión social sobre el individuo (grupos humanos más grandes, de 60 a 80 personas, en vez de pequeños grupos familiares de 6 a 20 personas) parece haber ido históricamente de la mano con el crecimiento de nuestro cerebro (de 500cc a 1450cc).

Hace 500 años podemos ver en distintas partes de la tierra la consolidación de tres "mundos" que toda persona mejor ha de saber dominar con destrezas asociadas, mundos ahora claramente definidos: el mundo natural, el mundo tecnológico y el mundo social-cultural.

La tecnología informática y tendencias económicas, comerciales y políticas han exacerbado la presión social sobre la persona de distintas maneras durante las últimas pocas décadas. El mundo de las destrezas sociales - la importancia que le damos - está aniquilando de muchas maneras los potenciales de las personas, en vez de constituir un ámbito de estímulos para querer, respetar y compartir.

Desde temprana edad los niños están sufriendo la presión social sobre su crecimiento, su sentido de naturalidad y bienestar, y sobre su salud, una tendencia que desgraciadamente se agrava con la edad. Estamos enfermando de enfermedades degenerativas (propias de la edad avanzada) a edades cada vez más tempranas. Nos estresamos más y más continuamente. Consumimos nuestra vitalidad muy luego.

Pensamos que debemos restituir un equilibrio que se ha desviado, y avanzar decididamente en dirección a la naturaleza, tanto en el cuidado de ella como en el facilitar su desarrollo y despliegue, en detrimento de consideraciones tecnológicas, culturales y sociales. Esto mismo lo consideramos necesario respecto a la naturaleza propia de cada persona: pensamos que los potenciales personales guardados en su intimidad son más valiosos que las demandas culturales con que estamos ahogando y reprimiendo su validez y expresión.

Hemos visto el poder sanador increíblemente poderoso y grande que la aplicación de estrategias y prácticas derivadas de este pensamiento tiene sobre las personas dispuestas a darle a la naturaleza una posibilidad. Nos referimos especialmente al cambio de punto de vista desde el cual se percibe la realidad, se piensa, se siente, se reacciona y se actúa - desde un punto de vista social a un punto de vista ingenuo que toma en cuenta y expresa la naturaleza, sus leyes y demandas, sus ritmos y sus necesidades. Hay personas que sanan donde el médico tratante creyó honestamente que no había posibilidades de recuperación o sobrevida, personas que no sólo sanan sino que dicen vivir en un estado de bienestar, de creatividad y de riqueza personal que no conocían antes. ¿De qué están hablando?

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Psicoterapia, Psico-oncología

Jennifer Middleton, MaríaJosé Barceló,
Leonor Carrera, M.Teresa Gazitúa
Psicólogas clínicas

Ofrecemos psicoterapia en los ámbitos que más duramente afectan a las personas y a sus familiares más cercanos: angustia, depresión, agobio, crisis de pareja, problemas en niños y adolescentes.

También ofrecemos servicios psico-oncológicos. Si necesita ayuda al enfrentar un cáncer, los efectos del diagnóstico o de las intervenciones, asuntos relacionados a la familia o a los niños, la muerte o el duelo, contáctenos por favor según indicado arriba.

Ayudamos a ir al rescate de los potenciales personales postergados y a expresarlos con seguridad e inocencia, de este modo permitiendo que la naturaleza restituya un funcionamiento sano en las áreas biológicas y existenciales. A partir del alejamiento de difunciones es posible además restablecer y crear lazos interpersonales de mayor riqueza.

El primer paso a dar durante una crisis personal es cruzar del sufrimiento duro de valores, ideas y convicciones a un sufrimiento humilde, compartido, suelto, emotivo. Las lágrimas de hoy son el abono de muchas dichas del mañana. Acompañamos a las personas en momentos oscuros y les incentivamos a apoyarse en lo propio, en los recursos sanos y fuertes guardados en su propia intimidad, para salir adelante.

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Actividades

Realizamos un espectro amplio de actividades individuales y grupales, todas ellas relacionadas a la expresión sana y fructífera de nuestra naturaleza, de los potenciales guardados en la intimidad de cada persona, y referidas a los ámbitos de la salud, la creatividad y la auto-realización:

intervenciones individuales: psicoterapia y consultoría en optimización de la salud, integración emotiva y autonomía, sentido de vida;

asistencia en el ámbito de la psico-oncología: prevención, diagnósticos, intervenciones, recuperación de la salud, familia, duelo;

intervenciones grupales: destrezas en salud, destrezas anti-cáncer, terapia de grupo;

consultoría en stress: enfrentamiento de amenazas, higiene (manejo del stress), autonomía, desafíos;

consultoría en bioética: decisiones fundamentales, conflictos valóricos, derechos, comités asistenciales;

talleres en áreas diversas;

educación en cambios de estilos de vida: estrategias, actitudes, actividades;

sesiones de psicoterapia: enfrentamiento y superación de angustia, depresión, pérdida de sentido;

apoyo a niños y adolescentes: problemas conductuales, de estudio, de desarrollo;

apoyo durante crisis de pareja o familia: resolución de conflictos, cambio de dinámicas interpersonales, sentido.

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Nuestra medicina

Jens Bücher, Ing.Com.,
Fellow, American Institute of Stress

Lo he dicho en distintos lugares y ocasiones, conferencias, simposios, clases, congresos, aquí y fuera del país: nuestra medicina ha perdido rumbo, dirección y sentido, especialmente en el área de las enfermedades así llamadas degenerativas (cáncer, esclerosis múltiple, diabetes, cardiopatías, etc). No es necesario leer a Iván Illich para saber que en muchos ámbitos la medicina está torcida íntimamente. Es cosa de abrir los ojos, de escuchar a víctimas de tratamientos, de acompañar a una persona ingresar a un hospital o clínica de prestigio. El enfermo - una vez que entra a un tal establecimiento - desata una tempestad de acciones, procedimientos, protocolos y secuencias muchas veces irrelevantes y alejadas del sufrimiento de la persona "atendida". Pocos pero prestigiosos médicos estadounidenses y europeos vienen reclamando desde hace varios años ya la comercialización de las prestaciones médicas en desmedro de la adecuada atención al paciente, y algunos aventuran indicar también la falta de sentido de algunas prestaciones del todo innecesarias si no de hecho aberrantes. Parece que en el ámbito de la medicina se ha dado lo que en otros ámbitos ocurre cuando no hay fuerzas contrapuestas que frenan e impiden excesos. En nuestra medicina no se muestran aún fuerzas suficientemente poderosas para contrarrestar la avaricia de los intereses industriales, comerciales y de poder que operan en su seno.

Los daños resultantes de este estado de cosas son múltiples. Enumero los más relevantes:
- una atención médica en ocasiones mala, equívoca o engañosa;
- altos costos económicos y que frecuentemente además no guardan relación con los resultados;
- un modelo científico limitado al ámbito químico-físico e incompatible con la complejidad de la vida;
- represión de la investigación y de la creatividad ajenas a este modelo;
- profesionales inteligentes, estudiosos y dinámicos que con el tiempo se auto-limitan a obedecer estándares que están por debajo de sus capacidades;
- se pretende ignorar los procesos ambientales, sociales, conductuales, emocionales y estrictamente biológicos que llevaron al paciente a enfermar;
- en el mejor de los casos se eliminan sólo los síntomas de la enfermedad, eso que en ocasiones felices es llamado "cura exitosa";
- no se ayuda a la persona enferma a sanar de fondo;
- no se estudian los procesos por los cuales una persona sana sin tratamiento médico, el fenómeno conocido entre médicos como "remisión espontánea" (como si existiese la magia o el azar, y no procesos concretos y reales);
- una población cautiva de supuestas maravillas tecnológicas que permanece "embrujada" excepto por aquellos que enferman y - tarde ya - se enfrentan a la muerte;
- maltrato al mensajero de estas malas noticias, sea profesional de la salud o no, en academia, prensa, círculos gubernamentales, etc.

A nosotros, a quienes estamos fuera del ámbito profesional de la salud, nos cae una responsabilidad muy grande en todo esto: por ser crédulos de cuanto esfuerzo de marketing (y otros) que se nos presenta. Está en nosotros como sociedad, como posibles "consumidores" de la panacea ofrecida, como posibles pacientes de atenciones médicas, como contribuyentes a los sistemas de salud y compañías de seguros, está en nosotros aceptar o rechazar lo que se nos ofrece. Pero no estamos haciendo mucho por revertir esta situación. Más parece que como sociedad vamos vencidos al encuentro de nuestro sino.

Sin embargo en el Centro de Desarrollo de la Persona hemos desarrollado herramientas para fortalecer en las personas sus propias capacidaddes para cuidarse y eventualmente sanar. Un grano de arena, claro. Lo sabemos. Pero no perdemos la esperanza que más gente querrá cuidar su salud, que más médicos abandonarán paradigmas limitados y limitadores, y pondrán sus capacidades y potenciales al servicio de una nueva medicina, tanto en investigación como en clínica, que la sociedad despertará de su letargo y ayudará a enderezar lo torcido, aunque signifique esfuerzos e incomidades. En fin, como decía una amiga alemana, perder la esperanza es perder antes de comenzar.

Si usted quiere y puede contribuir a mejorar el estado cosas descrito escríbanos a Jennifer Middleton, Psic.Clínica o a Jens Bucher, Ing.Com., - le esperamos.


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Psychotherapy, psycho-oncology

Jennifer Middleton, Psychologist, Psycho-oncologist

We offer you psychotherapy and psycho-oncology services with the psychologist Jennifer Middleton. Wether you need to address anguish, depression, a relationship crisis, lack of meaning, etc., or need assistance in dealing with cancer, the effects of diagnosis and/or interventions, family and children issues, dying or bereavement - contact her at her whatsapp / cel phone +56 993 378 885.

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La persona y la confianza en la naturaleza

Jens Bücher, Ing.Com.
Fellow, American Institute of Stress

Sabemos que las claves más importantes para la salud, la creatividad y la auto-realización de la persona están en su biología, en su intimidad, y en las acciones que emanan de esta intimidad. Apoyamos el desarrollo de esta naturaleza específica de cada persona, naturaleza que a veces se posterga o se descuida, o que en ocasiones se encuentra bajo la presión de enfermedades graves, de tensiones individuales o de presiones culturales. Estimulamos la emergencia de todo el poder de esta naturaleza personal para el bien de usted y de quienes le rodean.

Nuestra naturaleza responde de acuerdo al trato que le damos.

En nuestro trabajo hemos visto cómo las personas comprometidas con su vida han logrado realizar cosas sorprendentes en los temas mencionados: salud, creatividad y auto-realización.

Le invitamos a desarrollar sus potenciales personales y a expresarlos plenamente.

Nuestra propuesta

La propuesta básica que subyace al trabajo que realizamos es simple: optimizar la salud. Pensamos que en general no hay un criterio más importante que mantenernos vivos y sanos. Podemos estar equivocados de múltiples maneras respecto a muchos temas, pero si morimos no tenemos más opción a corregir estos errores. “Primero vivos, después todo lo demás” nos gusta repetir.

Optimizar la salud - para vivir bien todo el tiempo que nos es dado vivir - es consecuencia de lo anterior. Creemos que para estos fines ningún tipo de medicina (alopática, china, ayurvédica, etc) nos ayuda a mediano o largo plazo, y por lo tanto nos hemos decidido a hacer de la naturaleza nuestra mejor aliada, en particular, la naturaleza de cada persona.

En general estudiamos, observamos y adaptamos todo lo que tiene relación con la naturaleza (humana y de otros primates) y sus exteriorizaciones: paleo-antropología, etología de primates superiores, prehistoria, hábitat de cazadores-recolectores actuales, biología, psico-oncología, oncología, taoísmo, la obra de Rilke y de otros pensadores serios, filosofía, epistemología de las ciencias, bioética, modelos nuevos de medicina basados en la coherencia de la luz emitida por nuestras células, los procesos de sanación de personas cercanas, reacciones y motivaciones propias respecto a la naturaleza. Estudiamos distintos tipos de medicina y muy en especial medicina china, la más completa, profunda, rigurosa, y - por cierto - respetuosa de la naturaleza que hay en el mundo, la medicina complementaria más estudiada en la actualidad en centros de investigación modernos en Europa, América y Asia, y durante casi tres décadas y hasta pocos años atrás la aplicamos a todo tipo de disfunciones y enfermedades incluidas cáncer.

No paramos de leer, de estudiar, de crear y de optimizar. Artúculos científicos, libros especializados, todo lo que de una u otra manera tenga que ver con salud es evaluado, descartado o integrado, según su mérito, a nuestro trabajo. Queremos ofrecer lo mejor que hay, lo más efectivo, sin compromisos ni restricciones de ninguna especie.

Basados en los fundamentos teóricos de la medicina china adaptamos y desarrollamos - en forma pionera a nivel mundial - conceptos teóricos y aplicaciones prácticas destinadas a fomentar una visión más realista, efectiva y sana en el trabajo con personas. Esta contribución teórica-práctica - sumada a otras - se ha convertido en la base sobre la cual se desarrolla el trabajo que se realiza en el Centro de Desarrollo de la Persona.

La conclusión de todo este vasto accionar es claro, inambiguo y determinante: mientras la persona involucrada no toma su vida en sus manos, decide por sí misma asumir el cuidado de sí y poner en práctica los conocimientos y la experiencia reunida y ofrecida a ella en actividades de terapia y de consultoría, de poco - y en general por tiempo limitado - valen las intervenciones médicas (alopáticas, chinas, otras) practicadas sobre ella por parte de terceros: porque con estas intervenciones no se ha corregido lo fundamental: una actualización de la escala de prioridades existenciales acorde con la naturaleza íntima de la persona.

Y es en este sentido que hemos llegado a considerar que en el proceso de optimización de la salud es específicamente necesario
- integrar nuestras emociones en forma consciente a nuestras motivaciones, acciones y preferencias,
- representar en forma autónoma nuestras necesidades biológicas y existenciales en el mundo externo,
- dar expresión a nuestro sentido de vida;
pues no basta, aparentemente, con comer bien y hacer ejercicio para llevar una vida sana. Toda persona debe asumir el rol protagónico que le corresponde, y en toda la amplitud y la profundidad posibles.

Creemos que el stress enfrentado de la manera habitual (en forma reactiva, véase todo lo que se ofrece en términos de manejo del stress), es la base de casi todas las debilidades biológicas, de la depredación de la vitalidad y de la predisposición a patologías cualesquiera. Creemos que es necesario valorar con realismo las amenazas y las reacciones que nos afectan y tomar las decisiones sanas pertinentes.

Somos el resultado de una larga historia de adaptación, historia que se evalúa en millones de años en general y en unos doscientos mil años como seres humanos actuales: todos los días de todos estos años la naturaleza jugó con nuestra adaptación al medio para crear de mejor forma nuestra “salud”. Pensamos que si enfermamos a temprana edad de patologías degenerativas es porque no vivimos en el “escenario” biológico y existencial - interno y externo - en que se generó esta adaptación. Y hemos observado que las personas que aprenden a vivir de acuerdo a cánones más naturales, simples, humildes, flexibles, reconquistan una salud envidiable, incluso después de haberla comprometido muy seriamente.

Desde hace unos años nos hemos acostumbrado a clasificar el riesgo a enfermar en dos grupos grandes, externo e interno a la persona.

En el grupo externo tenemos
- los campos electromagnéticos de alta energía (Chernobyl, radioterapia) y de baja energía (electricidad, celulares),
- factores químicos (mala alimentación, quimioterapia, tabaco),
- factores físicos (asbestos),
- factores biológicos (bacterias, virus papiloma).

En el segundo grupo - interno - tenemos
- factores hereditarios biológicos (genéticos),
- factores familiares (actitudes, valores y acciones "heredadas"),
- factores educacionales y factores experienciales propios,
- factores subjetivos (escala de prioridades vitales, creencias, modos de enfrentamiento del stress, metas).

Nuestro trabajo da más importancia a este segundo grupo (el interno) que al primero, puesto que este segundo grupo de factores de riesgo a largo plazo gravitan más que asuntos externos, los que son claramente más fáciles de encarar:
- no fume,
- coma bien, respire aire limpio,
- no se exponga a asbestos o similares

La experiencia muestra que es posible contrarrestar efectivamente factores genéticos proclives a la generación de cáncer - cuando los hay -, aunque la tarea sea demandante. Es igualmente posible hacer cambios significativos de factores de riesgo familiares, experienciales y subjetivos, pero toma mucho más tiempo que comenzar hoy - por ejemplo - una dieta vegetariana, evitar riesgos externos, practicar yoga y meditación, y hacer más ejercicio.

Nos gusta enfrentar lo difícil porque sabemos de su importancia al momento de sanar radicalmente. No nos amedrenta el dolor ni la incertidumbre al iniciar cambios internos fundamentales, al aprender a respetar más nuestra naturaleza que nuestra cultura, al enfrentar osadamente las amenazas que nos estresan y al esforzarnos por optimizar nuestra vitalidad más que nuestras pertenencias.

Le invitamos a hacer lo fácil y lo difícil, ambas cosas. Nuestra meta es ayudarle a salir del escenario biológico y existencial en que se generó su enfermedad. No sabemos si usted lo logrará. Pero sí sabemos que en el escenario en que usted vivió usted se enfermó. Cualquier camino que lo aleje de ahí puede ser una buena idea. El camino propuesto por nosotros es el de la naturaleza, el de la naturaleza de usted. Basados en la evidencia disponible a nivel mundial hemos concluido que es el mejor.

En resumen, un concepto positivo de salud es el tema recurrente en nuestro trabajo. Hemos creado herramientas conceptuales propias que hemos comparado con las mejores que existen actualmente en el mundo. Hemos desarrollado productos realistas y prácticos para ayudar a quienes lo requieren.

Crear salud es un asunto difícil, grande, complejo, importante - pero una vez restablecida la salud se tiene la impresión que ningún esfuerzo hecho puede ser mucho. Vivir sanamente es una experiencia maravillosa.

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Dos escenarios

Jens Bücher, Ing.Com.
Fellow, American Institute of Stress

Nuestro trabajo se basa en la premisa existencial que viviendo sanamente se resta fuerza a los procesos que eventualmente llevan, o han llevado ya, a condiciones anómalas, disfunciones y alteraciones somáticas. Nadie enferma porque sí, por mala suerte o por designio celestial. Siempre hay procesos involucrados. No hay magia en la enfermedad. Esto es especialmente válido respecto a enfermedades degenerativas como cáncer, diabetes y otras con o sin compromiso genético.

Hay procesos vitales que se desvían de óptimo, que son reprimidos o exagerados por encima de óptimo. Si esta desviación funcional es muy fuerte - y dura mucho tiempo - las fuerzas equilibradoras presentes en todo organismo vivo perderán la capacidad de volverla a la norma si no hacemos algo nosotros por restablecer un modo de vivir sano de nuevo. Está en nosotros aprender a evaluar cuándo y cómo creamos las condiciones para que nuestras funciones se desvíen de óptimo, se vean reprimidas o exageradas.

Entonces el tema que nos concierne es preocuparnos por nuestra salud en vez de tomarla por dada, de invertir en ella en vez de depredarla, de hacernos responsables de nuestra naturaleza en vez de usarla para fines ajenos a ella. En otras palabras: nos podemos situar en uno u otro escenario, en un escenario de conductas y actitudes que podemos caracterizar como despreocupado y depredador, o en un escenario respetuoso y cuidador - con actitudes y conductas - de nuestra naturaleza.

Los esfuerzos en nuestro trabajo en el CDP están destinados a proveer la ayuda necesaria para transitar del escenario depredador al escenario protector. Hemos reunido, filtrado, evaluado y experimentado un amplio espectro de las estrategias, las técnicas, los modelos, los usos y las prácticas más relevantes y efectivas a nivel mundial, y hemos hecho aportes propios.

Pensamos que toda medicina, por buena que se muestre en uno u otro caso, es sólo una herramienta de validez circunstancial, y que sólo la persona misma tiene en su poder la llave para ingresar al ámbito de una salud completa y duradera. Mientras ella no asuma la responsabilidad de sí, de sus prioridades vitales conducentes a su auto-preservación, las posibilidades de conservar o de recuperar su salud están limitadas por el factor más importante. La enfermedad degenerativa, nos quiere parecer, es el resultado natural de un vivir insano. La recuperación de la salud es entonces también el resultado natural de un vivir sano.

Las personas que han estado durante períodos prolongados en el escenario depredador dicen haber experimentado una o más de las siguientes vivencias:
- altos niveles de tensión, tensión duradera, tensión muscular, tensión interna, dificultad para soltar, para relajarse, para dormir bien y profundo;
- una intelectualización general y continuada de la experiencia vital;
- despreocupación por la salud, por necesidades específicas o en momentos determinados;
- intoxicación alimentaria y atmosférica, exposición a ambientes electromagnéticos, bioquímicos y biológicos peligrosos, "intoxicación" social y cultural;
- represión emotiva y sensual, rigidez, falta de resonancia emocional, sensación de ir en "piloto automático", rigidez de valores y de preferencias;
- estrategias anti-stress ineficaces y contraproducentes;
- dificultad para contactarse con su inocencia;
- pérdida de atención, de entusiasmo, de osadía;
- represión y olvido de potenciales personales, de necesidades, de sueños y de opciones de auto-realización;
- uso de la biología para fines intelectuales y culturales en vez de lo contrario, el uso de la inteligencia y de la cultura para fortalecimiento y preservación de la biología;
- falta de inocencia, el pasado pesa más que el presente, miedo al futuro, esperanzas disminuidas, tendencia a la depresión, a la dependencia o a fugas diversas;
- estrategias de vida inciertas, copiadas de la infancia, inconscientes o sin innovaciones y sin ajustes;
- síntomas diversos y una progresiva adaptación a ellos.

Las personas que conquistan un escenario más sano que el anterior describen habitualmente sus vivencias, actitudes y acciones en los siguientes términos:
- altos niveles de compromiso en todo sentido en las más diversas situaciones de vida;
- capacidad de distensión profunda en ejercicios de yoga, en meditación y en circunstancias variadas de la existencia;
- una actitud positiva, feliz, contagiosa frente a la vida, los problemas de la existencia, las enfermedades propias y ajenas;
- una escala de prioridades internas flexible, atenta, responsable de la salud ("primero yo"), continuamente puesta en duda y renovada;
- un sentido de alerta permanente simultáneamente junto a una confianza profunda (una circunstancia "difícil de expresar en forma correcta");
- repetidas vivencias de inocencia;
- un desarrollo sostenido de las habilidades más diversas para ser una persona sana;
- la expresión de un color íntimo, de una luz propia, potente y bonita;
- crecientes niveles de flexibilidad interna;
- enfrentamiento proactivo de amenazas y stress;
- altos niveles de compromiso emotivo, de sensualidad, de osadía, de entusiasmo;
- acciones felices y coherentes con la optimización de la salud;
- sentido de auto-estima, reverencia y gratitud;
- libertad interna al tiempo que la naturaleza sigue haciendo su juego en forma sana y poderosa.

Las lecturas, los ejercicios y las conversaciones resultantes que emergen durante la realización del trabajo con el profesional que le asiste incentivan y estimulan los cambios necesarios para transitar del primer escenario al segundo, del insano al sano.

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